¿Te gusta jugar como un niñ@?
Seamos niños o adultos, entregarnos al juego, una actividad lejos de la productividad, asociada al placer es altamente beneficiosa. Desarrolla la creatividad, da alegría, da vida, reduce el estrés y la ansiedad…
Parece que puede ser una buena elección para estos días…
Hace apenas una semana os invitaba a jugar conmigo a través de la plataforma instagram (@deliciosamenterural) a un juego al que llamo:
“¿Si tú o tu proyecto fuerais un pastel cómo sería?”
¡Me encantó veros participar! Salió de vosotros creatividad y un reflejo de autoconocimiento compartido que recibí como un regalo.
Sobre estos comentarios, pensé en cada un@ de vosotros e imaginé, jugando con las palabras, cómo sería la versión del pastel @deliciosamenterural, añadiendo ingredientes, texturas, flores, hierbas, sabores, matices…
El juego tenía una segunda parte, un concurso, y algunos os animastéis a participar… ¡Qué bien!
Quien ganara recibiría la receta de un pastel con nombre propio y sello @deliciosamenterural, un pastel que le/la representara. Un pastel creado para ella o él. Un pastel que esta vez no podría llegar a sus manos pero que lo disfrutaría alguna persona o familia de mi vecindario a quien se lo entregaría en su nombre a modo de “amig@ invisible”.
Y llegó el día para escoger…
E inventé un “bombo” con forma de tarro @deliciosamenterural al que dar vueltas. Y sin trampa ni cartón, con música (al son de Loreena McKenith) y movimiento suave cayeron las hojas de hibiscus con sus nombres.
Y sólo una de ellas con nombre de “isla” miró al cielo con decisión.
Aunque sé que el resto sólo estaba esperando para hacerlo… (¡ahí va un guiño!) Por algo sería… Con ese respeto y cariño, anoto bien sus nombres y guardo el deseo de crear sus versiones en otra ocasión.
Viajo pues desde casa, a esa “isla” que llaman @la_platanera y comienzo a crear la receta y el pastel.
Os animo a que descubráis más sobre el proyecto con alma de Andrea. Si buceáis a las orillas de su isla (en la web) y la observáis con los ojos de la mente y el corazón os va a emocionar.
Cuando empezó el juego Andrea compartió en instagram en respuesta a esta propuesta alguno de sus gustos para un pastel. Tendría la textura de un bizcocho. Habría chocolate, y fresas.
Y sí, a ese chocolate, lo ví. Chocolate negro, puro, de líneas elegantes pero gustosas. Negro sobre blanco, como los trazos de sus serigrafías, ¡o blanco sobre negro! (cuando decidimos con nuestra mirada dar más elocuencia al primero que al segundo). Combinando su sabor amargo (al que el paladar de la vida te enseña a encontrar el gusto como aliado para salir de la zona de confort y descubrir nuevos horizontes, e islas…).
Un bizcocho con cierta rusticidad. La del rural redescubierto donde las gallinas campan libres y los vecinos intercambian huevos por patatas, o tazas.
Y las fresas… Sí también, de la huerta en algún rincón de Galicia, en los primeros días de verano. Con su frescura y sabor dulce, matizado por miel de los bosques gallegos.
Y copos de coco, como gotas de lluvia, de una palmera cocotera imaginaria. Una palmera de hojas de hierbabuena.
¡A tu salud Andrea! ¡A la salud de tu precioso proyecto @la_platanera!
¡Ahora te toca a ti replicarlo y compartirlo tantas veces como quieras!
EL PASTEL @deliciosamenterural de @la_platanera
Ingredientes
Para la mermelada
- 150 g de fresas de la huerta ecológica (congeladas)
- 3 c azúcar de coco
- Un poquito de agua
- Unas gotitas de limón de tu jardín
Para la masa
- 150 g de harina integral de espelta
- 50 g de cacao en polvo sin azúcares añadidos
- ½ sobre de levadura para repostería (o 1 sobre doble de gasificante)
- 2 huevos ecológicos
- 75 g de azúcar de coco
- 100 ml de aceite de coco (también podrías utilizar aceite de oliva)
- 100 ml de leche de avena (o de vaca gallega si te la ofrecen y gustas del sabor de los lácteos)
- 25 g de chocolate puro sin azúcar troceado
- 3 C de mermelada de fresa
Para la cobertura
- Copos de coco
- Fresas frescas de la huerta ecológica
- Una ramita de hojas de hierbabuena o menta
- Un hilito de miel de Galicia
- Preparamos la mermelada y dejamos que enfríe.
- Mezclamos todos los ingredientes secos y tamizamos.
- Batimos las claras a punto de nieve y en otro recipiente las yemas con el aceite de coco derretido y la leche. Después integramos todo con cuidado para que no pierda el aire que le da las claras.
- Incorporar la mezcla a los ingredientes secos y remover lentamente.
- Cortar el chocolate en trocitos y añadir a la masa junto con dos o tres cucharadas de mermelada de fresa.
- Hornear en dos pequeños moldes de diferente diámetro previamente engrasado.
- Una vez frío montar un bizcocho sobre otro uniéndolos con una cucharada de mermelada.
- Cubrir con copos de coco, fresas frescas, hierbabuena y miel.
¡Manos a la masa!
¡Voilá!
Y ahora, en marcha, con manga marinera…
Son las 20:10… La «amiga invisible» está en camino… Hace apenas unos minutos sonaban aplausos a la puerta de la casa de Maite y su familia como cada día.
Durante la tarde habíamos intercambiado unos mensajes de whatsapp y acordamos la entrega a dos metros de distancia. Las sonrisas y las miradas se encuentran en vivo y en directo cruzando las fronteras sin temor…
A la vuelta a casa recibo unas imágenes, con otra isla al fondo… ¿la reconoces?
¡Me emociona! Espero que a Andrea también.
¡Cuántas formas creativas podemos encontrar para conectar! ¿verdad?
¡Saúde e bo proveito!
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