En días grises en los que los opuestos blanco y el negro se encuentran a partes iguales, asoma el gris… Frío, o plateado…
Días de energías opuestas para devolvernos a un espacio de neutralidad, de silencio interior.
Agradezcamos este momento «gris plateado» y combinémoslo con un rosa amable y delicado.
Este es el pensamiento «gastro-sófico» para hoy mientras «pinto» mi cuenco, bol, o bowl (nunca sé cómo escribirlo correctamente en español). ¿Te apetece pintar el tuyo con «acuarela comestible»?
Pintor/a, que pintas con amor…
- 1/4 de col lombarda
- 1 dl de quinoa o cuscús
- 1/2 litro de agua
- Sal y pimienta, especias al gusto
- 1 zanahoria morada
- 1/2 remolacha
- Un puñadito de hojas de mezclum
- 1/4 cebolla morada
- Un trocito de nabo blanco
- 2-3 rabanitos
- Frutos secos (pistachos o pipas de calabaza)
- 2 cucharadas de zumo de naranja + un poquito de ralladura
- 1 cucharada de AOVE
- Unas pasas o arándanos rojos
- 1/2 limón
- Una ramita de eneldo o romero
- Cocer la col unos minutos. Apartar el agua y guardar la col (podemos saltearla después en algún otro plato).
- Si hacemos quinoa, cocer el tiempo que indique el paquete con el agua de la col. Si preferimos cuscús, echar un poquito de este agua caliente coloreada sobre él (de acuerdo a las indicaciones).
- Una vez listos, rociar limón sobre ellos. Os sorpenderá cómo se aviva el color rosado. Cada uno cereal (cuscús) o pseudocereal (como la quinoa) tomará una tonalidad de rosa diferente pero ambos preciosos.
- El resto de los ingredientes, os animo a combinarlos cómo os apetezca, buscando combinar los colores.
- Para el aliño, puedes mezclar el AOVE con el zumo de naranja, algunas pasas, pimienta, hierbas, pistachos y sal.
La estampa de la flor que asoma entre las páginas de uno de mis tantos libros de flora silvestre (me encantan!), deja paso a un tenedor del ajuar familiar que sale del delantal de mi abuela Greta.
Observo su «serena ternura» y releo la poesía de este verso de El libro del té (Okakuro Kakuzo) que cierra el libro «Repostería saludable vestida de flores».
«Las flores… ¿Cómo podríamos vivir sin ellas? Asusta concebir un mundo privado de su presencia… Su serena ternura restaura nuestra declinante confianza en el universo.»
Algunos ya tenéis un ejemplar del libro en papel. Para mi fue una experiencia preciosa crear este humilde texto con recetas y pensamientos. Recibo un regalo hermoso cada vez que compartís conmigo la emoción de leer alguna de sus líneas y al hornear alguna de las propuestas de repostería y vestirla con «accesorios» naturales.
Tal vez no sea el momento de pedir un ejemplar en papel, pero te animo a que echese un vistazo a la opción de recibirlo en PDF, si te apetece.
Con el deseo de que lo disfrutes…: https://www.deliciosamenterural.es/libro-resposteria-saludable-vestida-de-flores/
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